Isaías 40
Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalem: decidle á voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. Voz que clama en el desierto: Barred camino á Jehová: enderezad calzada en la soledad á nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y manifestaráse la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; que la boca de Jehová habló. Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo de decir á voces? Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo: La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba es el pueblo. Sécase la hierba, cáese la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
http://rv.bibliaparalela.com/isaiah/40.htm
F NARRADAS
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